martes, 1 de marzo de 2016

RAZONANDO SOBRE LOS PRINCIPIOS DE LA EVOLUCIÓN



RAZONANDO SOBRE LOS PRINCIPIOS DE LA EVOLUCIÓN

Desde tiempos remotos los seres humanos nos hemos preguntado sobre nuestro propio origen y sobre el origen de los demás seres vivos. Durante siglos, prácticamente todos los pueblos han elaborado explicaciones mitológicas para dar respuesta a estas preguntas.
La religión cristiana atribuye la existencia del mundo y de todos los seres vivos, incluidos los seres humanos, a un acto de creación divina, que duró siete días.
Durante cientos de años, este relato fue considerado como una verdad absoluta, y, por tanto, también lo fue la idea de que los seres vivos habían permanecido fijos, inmutables, desde su creación. Esta concepción del mundo, se conoce con el nombre de creacionismo y era la teoría aceptada en Europa hasta inicios el siglo XVIII.
Para los creacionistas, los fósiles, por ejemplo, no representaban los restos petrificados de organismos que vivieron en épocas geológicas anteriores sino las caprichosas formas que en ocasiones tomaban las rocas.
Sin embargo, el gran desarrollo alcanzado en diversas áreas de la biología y la geología, tales como la taxonomía, la anatomía comparada y la paleontología, a finales del siglo XVIII, condujo a los científicos a cuestionar el creacionismo y, en consecuencia, a buscar una respuesta racional a la pregunta sobre el origen de los seres vivos.
EL LAMARCKISMO

Jean Baptiste Monet, caballero de Lamarck. Ocupó la cátedra de invertebrados en el Museo de Historia Natural de París.  En 1809 publicó su obra Filosofía zoológica en la que expuso, por primera vez en la historia de la ciencia, una teoría sobre el origen y evolución de los seres vivos, que más tarde se conoció como lamarckismo.
Lamarck Basaba su teoría en dos principios fundamentales:

Uso y desuso del órgano: cuando los seres vivos se ven obligados por las circunstancias ambientales a usar de forma continua un órgano, éste se desarrolla y fortifica. En cambio, cuando un órgano deja de ser útil, se debilita y deteriora.

•Herencia de los caracteres adquiridos: el desarrollo o el deterioro de un determinado órgano, es decir, el carácter adquirido por una generación de individuos, se conserva y es trasmitido a las nuevas generaciones.

Lamarck utilizó, entre otros ejemplos, el cuello de las jirafas para explicar su teoría sobre la evolución.
 
Los antepasados de las jirafas debían tener el cuello corto, pero al escasear la vegetación, en épocas de sequía, tuvieron que estirar el cuello para alcanzar las hojas de los árboles, esto produjo un alargamiento progresivo del cuello que fue transmitido a los descendientes. El carácter adquirido por la utilización continúa de un órgano, el cuello largo, era transmitido a la descendencia.

El lamarckismo fue eclipsado después por el darwinismo, sin embargo, es justo reconocer que la contribución de Lamarck a la ciencia fue muy importante ya que la suya fue la primera teoría científica sobre la evolución que se basaba en la adaptación de los seres vivos al ambiente.
Los dos grandes científicos con sus aportes dieron inicio a una nueva teoría: la evolución de las especies, por sus observaciones, sus conocimientos y sus ideas.

La teoría de la evolución es un sistema lógico compuesto de observaciones, axiomas y postulados, así como predicciones y reglas de inferencia que sirven para explicar los cambios de las especies.

Jean Baptiste Lamarck, propone los siguientes principios:
  • Todos los organismos tienden a la perfección, debido a una fuerza interna o impulso vital.
  • Los cambios en el ambiente generan necesidades entre los organismos.
  • Estas necesidades hacen que los organismos se vean obligados a utilizar ciertos órganos, los cuales se desarrollan por su uso.
  • Frente a los cambios del ambiente, surgen características en los organismos, llamados “caracteres adquiridos”, que se heredan de generación en generación.
Charles Darwin, propone los siguientes principios:
  • Una población de organismos tiene un potencial reproductivo tal que si se expresara en la realidad la población se incrementaría mediante tasas geométricas.
  • Durante períodos geológicos cortos, el número de individuos permanece más o menos constante.
  • Solo una parte de los nacidos sobrevive hasta reproducirse.
  • Las condiciones ambientales de muchos organismos van cambiando a través del tiempo.
  • Los individuos de una misma población presentan variaciones en sus caracteres, parte de esta variación es heredable.
  • Las actividades vitales determinan qué rasgos son favorables para la supervivencia y la reproducción.
  • Los individuos con caracteres favorables producirán en promedio más descendientes que los que presentan rasgos menos favorables.
Actualmente no se ha puesto en duda la Teoría de la Evolución, pero al no tener las evidencias concretas, comprobables y medibles sigue manteniéndose como teoría.


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